viernes, 13 de marzo de 2015

Frustraciones...

Este mes, al menos hasta ahora, ha sido una frustración continua… tengo la (muy mala) costumbre de pesarme en mi casa para ir controlando cómo va el proceso… me peso prácticamente cada día y sé que roza la obsesión pero no puedo evitarlo… a veces consigo no pesarme durante un par de días, pero los nervios de no saber si voy bien o  si voy mal me pueden… y estaría genial que la báscula reflejara en kg menos mi esfuerzo de cada día… algo así como:
“Muy bien Mari ayer lo hiciste perfecto, 300gr menos…”
“uy Mari, ayer comiste un poquito de más en la cena, hoy sólo 200gr menos…”
“Mari, Mari… ayer no hiciste deporte!! Sólo vas a bajar 150gr hoy…”
O “Fenomenal Mari, ayer las comidas perfectas y 2 horas de ejercicio, te mereces 3kg menos”

Jajajaja es una forma absurda de exagerar lo que quiero explicar… pero es que realmente estaría genial que esa “odiosa máquina de deprimir” mostrara resultados justos y consecuentes con el esfuerzo que estoy haciendo… pero no es así. Este mes ha sido una frustración continua por eso: 6 horas de ejercicio mínimo a la semana, sólo me he saltado la dieta 1 vez… y la báscula igual, inamovible… La segunda semana de este mes incluso subí peso; luego, gracias a un tratamiento del herbolario que me ayudó a ir al baño, los volví a bajar; pero, a día de hoy, sigo igual que al final del 1º mes del reto… cada día la misma cifra (300gr arriba, 300gr a bajo)… La misma jodida cifra… hasta el punto que ya odio ese número con todas mis ganas y no he roto o tirado a la basura la báscula porque (como bien dice mi madre) al día siguiente iría a comprarme otra… y todo seguiría igual menos mi cartera. :/

No lo entiendo… les prometo que no lo entiendo… y lloro y pataleo y me ofusco y quiero mandar todo al carajo y terminar con el reto ya, porque siento que no me merece la pena tanto sufrimiento “para nada”… 3 segundos después lo pienso de nuevo y, aunque la tristeza y la frustración no se van, sí vuelven las ganas (o la necesidad) de seguir intentándolo, de seguir luchando…

Y es que una parte de mí sabe que esto es así, que la báscula no puede reflejar el esfuerzo, sino que muestra un dato exacto y cuantificable que no depende sólo de la comida que ingiero o de las calorías que gasto, sino que influyen muchas otras cosas que a día de hoy no puedo controlar… 

Repito: una parte de mí sí que lo entiende… pero la otra, mi parte vulnerable, esa que lleva toda mi vida sufriendo por este sobrepeso, necesita obtener el refuerzo que sólo ver como las cifras van disminuyendo en la báscula le da...

En fin…


El otro día me elogiaron por mi fuerza de voluntad… yo sonreí y agradecí el gesto con cariño, pero me quedé pensando: ¿tendré yo de eso? Sinceramente lo dudo, al menos que “fuerza de voluntad” signifique rendirse 3 veces y decidir seguir una más…

Si sigo luchando es porque necesito conseguirlo, porque pienso que “ya que me subí al burro pues arre burro arre”… y porque en el fondo sé que:

Aunque el primer paso no te lleva a dónde quieres,
sí te aleja de donde estás…

Si lo miro de forma objetiva, eso es lo importante: estar cada vez más lejos de la línea de salida y más cerca de la línea de meta...

Y por eso me repito 3 consignas cada vez que me vengo a bajo:
-         Lo importante es conseguir hábitos saludables
“Lo estoy haciendo.”
-         Esto no es una carrera de velocidad sino de resistencia.
“Mira a largo plazo, mira a largo plazo, mira a largo plazo,…”
-         El número que sale en la báscula no determina que sea mejor o peor persona, más o menos inteligente, más o menos guapa,… Es un indicador sólo de kilos, no de felicidad.
“Esto me cuesta más.” =(



Espero llevarme alguna alegría el próximo mes… bueno no, rectifico: espero llevarme muchas alegrías, al menos una por cada tristeza que dejo atrás.

Por cierto, de corazón, déjame una 3XL porfa! =P
 Un beso!



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