miércoles, 10 de enero de 2018

Somos lo que hacemos por cambiar quien somos.

Re-empezar... por "no se ni cuántas van ya" vez...

Estoy otra vez por aquí y practicamente igual que al empezar este blog. He recuperado prácticamente todos los kilos que conseguí bajar (mátenme, sí, esto es una tortura...) y estoy detectando que algunos de mis antiguos hábitos han vuelto a instalarse en mis rutinas e intentan, a la fuerza pero casi sin que me de cuenta, hacerse hueco de nuevo en mi día a día...

El otro día volví a sentirme molesta e incluso enfadada porque para comer tocaba potaje en lugar de otra cosa como pasta o arroz o... no sé. Y en ese enfado interno me paré y dije: ¿en serio?, ¿de verdad estoy mosqueada porque para comer tengo algo sano y yo tengo el antojo de darle rienda suelta a mi gula? Entonces sí sentí enfado conmigo misma pero por haber llegado, una vez más, a estar en ese punto.

Dicen que para empezar un cambio de verdad la primera emoción  que debemos sentir es el enfado, la rabia, la ira. Eso es lo que nos hace decir BASTA YA a la situación que estamos viviendo y nos permite buscar otro rumbo que nos quite esa sensación de enfado continuo.

Yo he estado tanto tiempo enfadada conmigo misma que he pasado a la frustración directamente, a sentir que no soy capaz de nada, que nunca voy a conseguirlo, que no soy lo suficientemente fuerte física y mentalmente, que no tengo la suficiente fuerza de voluntad, que no y que no y que no... y estar en ese punto de nuevo también me angustia y, mentiría si no lo dijera: me agota.

Me agota tener que volver a empezar. Me agota darme cuenta de que vivo en un bucle. Me agota plantear objetivos y establecer esfuerzos y refuerzos. Me agota volver a estar en este punto, de verdad.

No sé si lo conseguiré, dicen que a la 3º va la vencida, pero creo que es un cuento que le dicen a los luchadores para que no desistan. Porque eso sí lo soy. Soy una luchadora. Una luchadora que se rinde, sí; que pierde, también; que lo echa todo a perder,... esa soy yo; pero soy una luchadora porque, aunque parezca que abandono, en mi cabeza sigue el run run que me hace querer volver a conseguirlo. Soy una luchadora porque lloro, me frustro, me enfado, lo mando todo a la mierda,..., pero poco después siempre vuelvo a la idea de que tengo que seguir intentándolo porque tengo que conseguirlo.

Y es difícil ser una luchadora... pero nada que merezca la pena es fácil, ¿no?

El 26 de noviembre de 2010 empecé por primera vez un cambio como el que pretendo ahora. Logré bajar, como ya saben, 22 kg, aunque luego los cogí todos y 15 más. En 1015 me puse de nuevo las pilas y bajé 25kg... y ya empecé esta entrada diciendo que prácticamente los he cogido todos de nuevo... Creo que tengo apego a mis adipositos... jajajajaja 

Bromas a parte... No "re-empiezo" desde más atrás que la vez anterior, o al menos así lo siento. Creo que, realmente, aunque hubiera engordado 40 kg más, no hubiera estado en el mismo punto, porque hay cosas que he aprendido y eso sí que sigue estando ahí; por ejemplo: detectar emociones innecesarias y pararles los pies antes de que me dominen. ESA es una lección gigante. Que nadie te quite tus méritos.

Hay una cosa fundamental que debo conseguir: establecer una alimentación saludable y adecuada, adaptada a mis rutinas, a mis gustos, a mis necesidades. Una alimentación que sea fácil, de seguir y que no suponga una tortura. Hacerme una guía alimenticia, "menús base" que me ayuden a planificar mi alimentación y en donde pueda hacer modificaciones según las situaciones sin que eso suponga echar todo por la borda. Tengo que aprender a comer. Eso es lo que aún no he conseguido y en eso se basa el 70% de un cambio como este.

Aprender a comer.

Retomar el ejercicio.

Controlar las emociones.

Quererme, valorarme y respetarme a mí misma.

Son "sólo" 4 pasos. Volveré a poner todo mi empeño... Allá vamos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario