martes, 11 de agosto de 2015

Cambiar un hábito

El tema central de este reto es la necesidad de CAMBIAR DE HÁBITOS. Es “fácil” hacer una dieta un mes, entrenar a tope una semana… pero mantener esos cambios para toda la vida es lo que resulta complicado…
El otro día leí este artículo de El País "66 días bastan para cambiar un hábito" y, ¡cómo no!, me apeteció compartirlo; copio las partes que considero que "resumen" el artículo, pero la verdad es que recomiendo leerlo enterito...




Cambiar de hábitos está al alcance de todos. Para ello necesita dos ingredientes importantes: elegir un cambio que sea coherente con su escala de valores, y entrenarlo hasta que se convierta en un hábito. 

El cerebro es plástico. Las personas evolucionamos, deseamos cambiar, crecer interiormente, y estamos capacitadas para ello. (...) La plasticidad cerebral ha demostrado que el cerebro es una esponja, moldeable, y que continuamente vamos reconfigurando nuestro mapa cerebral. (...) El propio interés por querer cambiar de hábitos, la actitud y motivación, así como salir de la zona confortable, invitan al cerebro a una reorganización constante. (...) 

En esta sociedad impaciente, basada en la cultura de “lo quiero todo ya y sin esfuerzo”, cambiar de hábitos se ha convertido en un suplicio. No porque sea difícil, sino porque no le damos el espacio suficiente para convertirlo en hábito. ¿No le ha ocurrido alguna vez que al iniciar una dieta, las primeras semanas son más difíciles de encauzar que cuando lleva ya una temporada? Se debe a este proceso. Al principio su cerebro le recuerda lo que tiene automatizado, la costumbre de picotear, comer dulce o no practicar ejercicio, hasta que se “educa” y termina adquiriendo las nuevas reglas y formas de comportarse con la comida.


Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”
Santiago Ramón y Cajal


(...) Una de las actividades que retrasan el envejecimiento del cerebro es la actividad física. (...) Existen otras prácticas como la meditación, el tipo de alimentación o la actividad sexual que también favorecen la creación de nuevas células nerviosas.

Dado que la reorganización cerebral se estimula a lo largo de toda la vida, no hay una sola etapa de las personas en la que no podamos aprender algo nuevo. (...) Todo aquel que tenga interés y actitud en algo está de enhorabuena, podrá aprender, entrenar y convertirse en experto independientemente de la edad. (...) No hay límite de edad ni de tiempo para el saber.

(...) Hasta hace poco se pensaba que modificar y automatizar un hábito requería 21 días. ¡Demasiado optimismo! Un estudio reciente de Jane Wardle, del University College de Londres, publicado en European Journal of Social Psychology, afirma que para convertir un nuevo objetivo o actividad en algo automático, de tal forma que no tengamos que tirar de fuerza de voluntad, necesitamos 66 días. 

Sinceramente, ¡qué más da que sean 21 o 66! Lo interesante es que somos capaces de aprender, entrenar y modificar lo que elijamos y deseemos. El número de días es relativo. Depende de factores como la insistencia, perseverancia, habilidades, de las variables psicológicas de la personalidad y del interés. El cambio ronda en torno a los dos meses y pico. ¿Qué son dos meses en el ciclo de nuestra vida? Nada. Se necesita ese tiempo para ser capaces de dar el cambio que deseamos. Y esto nos hace libres y poderosos.

Diez consejos para empezar con lo que desee:

1. Elija su propósito y conviértalo en su proyecto. confecciona una lista (...) no quiera modificar todo de golpe.

2. Reflexione sobre su meta. ¿qué quiero?, ¿por qué?, ¿para qué? y ¿con qué? (fortalezas, valores y actitud para lograrlo). Es recomendable tener la seguridad y la confianza de que está preparado, que tiene capacidad y que va a poder lograrlo. Aunque sea difícil.

3. Hágale hueco. Necesita tiempo. Si no le busca un espacio en su agenda y lo convierte en rutina, lo normal es que termine postergando .

4. Resáltelo. Si tiene una agenda, márquelo con fosforito. Si utiliza la alarma del móvil, póngase una diaria...

5. Rodéese de todo lo necesario, así no tendrá excusa para no empezar.  Por ejemplo, si está a dieta, compre los alimentos del régimen; si empieza a hacer deporte, busque la ropa que va a ponerse...
6. Empiece hoy. No hay ningún estudio con rigor científico en el que se relacione el lunes o el primero de enero exclusivamente con el comienzo de un nuevo hábito. El mejor día para iniciar algo es hoy.

7. Emociónese. Las emociones avivan el recuerdo, le producen bienestar, y estar apasionado con lo que se hace fideliza el hábito. Disfrute y esté presente.

8. No escuche a la voz interna que le dice que está cansado o que qué sentido tiene. Nuestro cerebro está muy entrenado para buscar excusas y seguir en la zona confortable. 

9. Sea disciplinado. Tómese en serio su hábito, que sea una prioridad para usted.

10. Convierta su nuevo hábito en su filosofía de vida. No se trata de aprender algo ya, sino de que lo disfrute y sepa que tiene toda la vida para practicarlo. No es todo o nada. Se trata de incorporar algo bueno para cada uno y encajarlo en la vida para disfrutarlo, no para que sea un sufrimiento más en el caso de no poder cumplirlo un día.



¡¡A por ello!!

=)

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