Muchas veces me
pregunto por qué me dejé ir tanto... cómo es posible que haya llegado a este
peso... prometo que no fui realmente consciente de este proceso... me pregunto
por qué no paré hace 10 kg, por qué no puse remedio hace 20kg... de verdad que
no entiendo cómo es que me he dejado ir tanto...
Y creo que
ocurrió un día cualquiera, fatídico para mí, en el que me cansé de ver cosas que
no me gustaban, que me hacían infeliz, que me dolían... y decidí optar por la
vía rápida y fácil: mirar hacia otra parte...
Y dejé de mirarme
en el espejo, dejé de probarme mi ropa cuando me apretaba, empecé a comprar
ropa ancha y elástica para que no me molestara... dejé de salir para no tener
que comprar ropa nueva ni tener que compararme con los demás (porque las
comparaciones son odiosas y yo siempre salía perdiendo al menos según mi
subjetividad), dejé de ir a la playa para no tener que verme (y para que no me
vieran) en todo mi "esplendor gorduno"... dejé de arreglarme para no
tener que fijarme en los cambios que estaba teniendo mi cuerpo... dejé de verme
y me perdí...
Y ahora que he
empezado este reto, que me miro cada día, que me peso en la báscula a menudo
(incluso demasiado para mi salud mental), que tengo que ser consciente a cada
instante de cómo estoy y de qué tengo que hacer para dejar de estarlo... ahora
la incomodidad ha vuelto... verme en el espejo y odiarme, sentir que la ropa
sigue sin quedarme grande... es muy desagradable darte cuenta de que has
llegado lejos pero en el camino equivocado... y que ahora no basta con tomar
otro camino, primero tienes que volver sobre cada uno de tus pasos, volver
atrás, tramo a tramo, para poder volver a aquel cruce en el que tomaste la
decisión incorrecta...
Por experiencia
sé que es más fácil y cómodo ignorarse a uno mismo, fingir que todo va bien,
aparentar fortaleza y autoconfianza,..., no mirar esas cosas que no nos gustan,
mirar a otro lado... pero llega un momento en el que no puedes seguir así,
tienes que parar y tienes que recuperar tu identidad perdida... y es muy muy
muy difícil, incómodo, deprimente,..., una auténtica tortura...
Pero mejor parar
YA, a pesar de que debí haberlo hecho hace 5, 10, 20 o 50 kg antes... es mejor
AHORA que dentro de un tiempo, cuando en lugar de 5 sean 15 más, en lugar de 20
sean otros 50,..., o cuando padezca cosas más graves que el sobrepeso...
Porque es más
fácil dar 2 pasos atrás que 10... porque es injusto que nos ignoremos a
nosotros mismos, que dejemos de querernos, que nos dejemos ir...
Tengo que
encontrarme de nuevo... y sé que no va a ser fácil ni llevadero... que llevará
tiempo y conllevará esfuerzo y sacrificio... pero también sé que es la única forma
de volver a encontrarme a mí misma, de quererme y aceptarme de nuevo, de
recuperar la autoestima y la confianza que he perdido... la única forma de
volver a ser YO sin ignorarme, sin despreciarme, sin sentirme mal conmigo
misma...
Aunque la situación
me provoque irá, frustración, enfado o miedo tengo que aceptar la situación y
afrontarla porque es la única manera de continuar o, al menos, de continuar en
el camino adecuado...
Dicen que el
motor que enciende el cambio es la rabia, el coraje que sentimos ante una
situación que queremos cambiar; cuando nos damos cuenta de que nuestro presente no es como
queremos y nos enfadamos
porque no llegamos al futuro que deseamos...cuando nos cabreamos porque la situación en la que estamos nos
molesta y nos cansa, porque cotejamos nuestra realidad con nuestro objetivo
y nos hacemos conscientes de la distancia que hay que recorrer para llegar
desde donde estamos ahora hasta donde queremos estar...
Y, el cambio
impulsado por esa rabia, viene, inevitablemente, acompañado por el miedo...
antes o después aparece... El miedo nos hace darnos cuenta de que nuestro objetivo
realmente existe en algún sitio, de que somos
nosotros los que debemos cambiar para
conseguirlo, porque no podemos seguir siendo los mismos y tener lo que queremos
ya que siendo tal cual somos ahora mismo no hemos conseguido nuestro objetivo
y, por tanto, necesitamos que algo cambie para tenerlo…
El miedo genera una resistencia que debemos vencer… el miedo es la única emoción que permite y moviliza el cambio… nos avisa y nos indica cuándo y qué debemos cambiar, de qué debemos deshacernos, qué debemos cultivar… nos ayuda a aprender aptitudes y a cambiar actitudes… cuando nos enfrentamos al miedo cambiamos de forma, nos volvemos alguien nuevo…
Y debemos
permitirnos sentir miedo, tenemos
que aprender a combatirlo y sacar fuerzas para
enfrentarnos a los "suplicios" que nuestro objetivo requiere. Y
cuando lo superemos, nos daremos cuenta de que "no era para tanto",
de que era más lo que imaginábamos que lo que realmente suponía...
“Aprendí
que el coraje no es la ausencia de miedo sino el triunfo sobre él.
El hombre
valiente no es aquel que no siente miedo sino el que conquista ese miedo.”
(Nelson Mandela)
Creo que debemos permitirnos sentir rabia, sentir miedo y sentir todo lo
que debamos o necesitemos durante el proceso... lo que NO debemos hacer es
bloquearnos o dejar que esas emociones se adueñen de nosotros y nos obstaculicen el
camino hacia nuestra meta.
Tenemos que seguir hacia delante porque nos lo
merecemos y porque, si
ponemos todo nuestro esfuerzo, todas nuestras ganas y toda nuestra ilusión en
el proceso, lo conseguiremos, más tarde o más temprano, pero el triunfo será nuestro.
Al menos eso espero yo... y es lo que te
deseo: que sientas la rabia necesaria para decidirte a generar un cambio en tu
vida, que seas fuerte para superar el miedo que todo cambio conlleva y que
consigas tu objetivo, sea cual sea, para que sientas una felicidad completa.
=)
No hay comentarios:
Publicar un comentario