viernes, 27 de febrero de 2015

Quiere/Valora/Respeta/Sonríe - TE, permítete el CAMBIO

Muchas veces me pregunto por qué me dejé ir tanto... cómo es posible que haya llegado a este peso... prometo que no fui realmente consciente de este proceso... me pregunto por qué no paré hace 10 kg, por qué no puse remedio hace 20kg... de verdad que no entiendo cómo es que me he dejado ir tanto...

Y creo que ocurrió un día cualquiera, fatídico para mí, en el que me cansé de ver cosas que no me gustaban, que me hacían infeliz, que me dolían... y decidí optar por la vía rápida y fácil: mirar hacia otra parte...

Y dejé de mirarme en el espejo, dejé de probarme mi ropa cuando me apretaba, empecé a comprar ropa ancha y elástica para que no me molestara... dejé de salir para no tener que comprar ropa nueva ni tener que compararme con los demás (porque las comparaciones son odiosas y yo siempre salía perdiendo al menos según mi subjetividad), dejé de ir a la playa para no tener que verme (y para que no me vieran) en todo mi "esplendor gorduno"... dejé de arreglarme para no tener que fijarme en los cambios que estaba teniendo mi cuerpo... dejé de verme y me perdí...

Y ahora que he empezado este reto, que me miro cada día, que me peso en la báscula a menudo (incluso demasiado para mi salud mental), que tengo que ser consciente a cada instante de cómo estoy y de qué tengo que hacer para dejar de estarlo... ahora la incomodidad ha vuelto... verme en el espejo y odiarme, sentir que la ropa sigue sin quedarme grande... es muy desagradable darte cuenta de que has llegado lejos pero en el camino equivocado... y que ahora no basta con tomar otro camino, primero tienes que volver sobre cada uno de tus pasos, volver atrás, tramo a tramo, para poder volver a aquel cruce en el que tomaste la decisión incorrecta...

Por experiencia sé que es más fácil y cómodo ignorarse a uno mismo, fingir que todo va bien, aparentar fortaleza y autoconfianza,..., no mirar esas cosas que no nos gustan, mirar a otro lado... pero llega un momento en el que no puedes seguir así, tienes que parar y tienes que recuperar tu identidad perdida... y es muy muy muy difícil, incómodo, deprimente,..., una auténtica tortura...

Pero mejor parar YA, a pesar de que debí haberlo hecho hace 5, 10, 20 o 50 kg antes... es mejor AHORA que dentro de un tiempo, cuando en lugar de 5 sean 15 más, en lugar de 20 sean otros 50,..., o cuando padezca cosas más graves que el sobrepeso... 

Porque es más fácil dar 2 pasos atrás que 10... porque es injusto que nos ignoremos a nosotros mismos, que dejemos de querernos, que nos dejemos ir...

Tengo que encontrarme de nuevo... y sé que no va a ser fácil ni llevadero... que llevará tiempo y conllevará esfuerzo y sacrificio... pero también sé que es la única forma de volver a encontrarme a mí misma, de quererme y aceptarme de nuevo, de recuperar la autoestima y la confianza que he perdido... la única forma de volver a ser YO sin ignorarme, sin despreciarme, sin sentirme mal conmigo misma...

Aunque la situación me provoque irá, frustración, enfado o miedo tengo que aceptar la situación y afrontarla porque es la única manera de continuar o, al menos, de continuar en el camino adecuado... 






Dicen que el motor que enciende el cambio es la rabia, el coraje que sentimos ante una situación que queremos cambiar; cuando nos damos cuenta de que nuestro presente no es como queremos y nos enfadamos porque no llegamos al futuro que deseamos...cuando nos cabreamos porque la situación en la que estamos nos molesta y nos cansa, porque cotejamos nuestra realidad con nuestro objetivo y nos hacemos conscientes de la distancia que hay que recorrer para llegar desde donde estamos ahora hasta donde queremos estar...

Y, el cambio impulsado por esa rabia, viene, inevitablemente, acompañado por el miedo... antes o después aparece... El miedo nos hace darnos cuenta de que nuestro objetivo realmente existe en algún sitio, de que somos nosotros los que debemos cambiar para conseguirlo, porque no podemos seguir siendo los mismos y tener lo que queremos ya que siendo tal cual somos ahora mismo no hemos conseguido nuestro objetivo y, por tanto, necesitamos que algo cambie para tenerlo… 



El miedo genera una resistencia que debemos vencer… el miedo es la única emoción que permite y moviliza el cambio… nos avisa y nos indica cuándo y qué debemos cambiar, de qué debemos deshacernos, qué debemos cultivar… nos ayuda a aprender aptitudes y a cambiar actitudes… cuando nos enfrentamos al miedo cambiamos de forma, nos volvemos alguien nuevo…


Y debemos permitirnos sentir miedo, tenemos que aprender a combatirlo y sacar fuerzas para enfrentarnos a los "suplicios" que nuestro objetivo requiere. Y cuando lo superemos, nos daremos cuenta de que "no era para tanto", de que era más lo que imaginábamos que lo que realmente suponía...


“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo sino el triunfo sobre él.

El hombre valiente no es aquel que no siente miedo sino el que conquista ese miedo.”


(Nelson Mandela)


Creo que debemos permitirnos sentir rabia, sentir miedo y sentir todo lo que debamos o necesitemos durante el proceso... lo que NO debemos hacer es bloquearnos o dejar que esas emociones se adueñen de nosotros y nos obstaculicen el camino hacia nuestra meta. 

Tenemos que seguir hacia delante porque nos lo merecemos y porque, si ponemos todo nuestro esfuerzo, todas nuestras ganas y toda nuestra ilusión en el proceso, lo conseguiremos, más tarde o más temprano, pero el triunfo será nuestro.

Al menos eso espero yo... y es lo que te deseo: que sientas la rabia necesaria para decidirte a generar un cambio en tu vida, que seas fuerte para superar el miedo que todo cambio conlleva y que consigas tu objetivo, sea cual sea, para que sientas una felicidad completa.

=)

No hay comentarios:

Publicar un comentario