Hoy tengo
ganas de llorar... hoy siento que no puedo dar más de mí...
Hay días
en que la motivación falla... en el que olvidas los motivos poderosos por los
que has emprendido un cambio y sólo puedes pensar en aquellos motivos que te
disgustan de las nuevas conductas que estás llevando a cabo... y estás tan
cansada que te planteas abandonarlo todo y "ser feliz"... pero debo
ser sincera conmigo misma y darme cuenta de que si abandono no seré feliz
porque no habré conseguido el cambio que necesitaba...
Y escribo
todo esto para recordármelo a mí misma... porque es inevitable tener momentos
de bajona... las fuerzas flaquean... y justo en esos momentos de debilidad máxima
crees que el camino fácil apetece más y merece más la pena que el que conlleva
esfuerzo... pero debo tener presente que el primero no me lleva a dónde quiero
ir... el segundo sí.
Mañana
será otro día... mañana me sentiré doblemente orgullosa: primero porque seguiré
luchando (y cada día superado es un triunfo) y, segundo, porque no me habré
rendido, no habré echado a perder todo mi esfuerzo por un mal día... mañana
será un día genial porque habré superado una nueva barrera: la que me pone mi
propia mente haciéndome creer que no puedo... voy a hacer callar a esa voz
agorera... y voy a hacer caso a mi corazón, porque él dice que sí puedo y que
voy a conseguirlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario