Hace 2 años,
recién acabada la carrera, hice una entrevista para optar a un puesto de
trabajo; no me cogieron y pensé que sería por falta de experiencia...
Ayer me enteré de
la verdadera razón de mi rechazo: no le gusté a la persona que me entrevistaba
(que era a la persona a la que tenía que sustituir); y no es que no le gustara por
no estar capacitada, ser antipática o cualquier otra cosa que me impidiera ser apta
para el puesto... no le gusté porque era gorda. Tal cual. Por ser GORDA.
Y aquí estoy
ahora mismo, intentando procesarlo y asimilarlo...
Esta semana ha
sido la semana de los golpes sucios... El lunes iba por una calle principal de
mi pueblo y se me acercó una señora mayor que yo no conocía de nada. Yo estaba
hablando con mi madre y una amiga y sentí que alguien me tocaba la barriga,
giré la cabeza para ver quién era y veo a la susodicha desconocida que me dice:
"¿cuántos estás esperando?" Yo, en medio del asombro y con toda la
educación que pude (a pesar del puñetazo en la barriga figurado que me acababa
de dar), le contesté: "no estoy embarazada..." y la señora me
contestó, ni corta ni perezosa: "¡Ah! ¡Yo pensé que sí! Entonces lo que
deberías hacer es ¡comer menos!"
Yo me quedé flipando... primero, porque no entiendo qué lleva a una persona a abordar a
otra desconocida para preguntarle por un no-embarazo que ni sabe que existe ni
le interesa en el caso de que así fuera... Segundo, porque ni se inmutó "la jodía" cuando le hice ver que había metido la pata hasta el fondo con su comentario... Y tercero, porque no sólo no se inmutó sino que me soltó la gran frase de
"come menos mi niña" como si yo no supiera lo que tengo que hacer o
como si esa fuera la solución a todos mis problemas... A mí se me quedó
todo el día resonando en la cabeza "¿cuántos estás esperando?"
¡¡¡¿¿¿Cuántos???!!! ¿¿En serio?? a ver... que sé que estoy gordita y que tengo
barriga... ¡¡pero que no estoy de quintillizos, señora, por favor!!! Vaya manera
de joderle a una el día... ¡y la semana...!
En fin... que
entre una cosa y otra... depresión de las bonitas que tenía encima... a medio
día no era persona: estaba cansadísima (porque llevo una semana de locos y no
he podido dormir ni mucho ni bien...) y de bajona total... pero no podía zampar
cosas ricas hasta decir basta para consolarme (y, sinceramente, a estas
alturas, creo que sería más la culpa que el consuelo el que sentiría si lo
hiciera...) así que sentía que tenía que tragarme las lágrimas y seguir para
adelante... como si nunca me hubieran herido, como si no hubieran sido crueles
conmigo por tener el cuerpo que tengo... así que decidí dejar de pensar...
decidí no bloquearme (porque lo que me apetecía era botarme en el sillón y no
salir de mi casa en toda la tarde) Pero saqué fuerzas y salí, me puse la música en el
coche a todo volumen y entrené 2 horas (con el grupo de las palmas y con el
grupo de arinaga)... y después, llegué a casa, me duché, me puse mis tacones y me pinté
los labios (remedio infalible para sentirse mejor con una misma) y decidí salir
a tomarme algo (light y 99% saludable) para darle la vuelta al día...
Y no voy a decir
que el dolor se fuera, pero por lo menos estaba acompañado de orgullo por haber
sacado fuerzas ante algo que meses atrás me hubiera hundido por completo y
satisfacción por haber conseguido tener una reacción acorde con mi objetivo
(hacer ejercicio y mantener la calma) y no contraproducente con el mismo (comer
y no moverme del sofá).
Sí =) me siento
bien conmigo misma. Conseguí ponerle color a una semana gris. Conseguí apostar
por el amor por mí misma y no por la tortura psicológica que supone odiarme y
torturarme.
Ayer gané otra
batalla en este reto. Y hoy seguiré luchando porque no queda otra.
"Nadie dijo que el camino fuera fácil. Sí me dijeron que merecería la pena..."